La preeclampsia, síntomas y sus consecuencias - Parte II

La preeclampsia, síntomas y sus consecuencias - Parte II

Podéis leer aquí el inicio de su historia.

Tras tres duros días consiguió ir a ver a su niña, una preciosidad de dos kilos y 43 cms, ¡era tan pequeña! Estuvieron 15 días en el hospital, al llegar a casa al papi ya se le había acabado la baja por paternidad (hasta hace no tanto, los hombres únicamente tenían dos semanas de permiso), así que la situación continuó siendo complicada, primeriza, sin encontrarse bien y con un bebé prematuro.

 

Todas las semanas debían acudir a revisiones, su tensión seguía alta y tomaba mucha medicación, al bebé también debían hacerle seguimiento. Había mucho que sanar, y no sólo físicamente. Irene quería recuperar todo el tiempo que había perdido, esos primeros días en los que no veía a su niña, y el resto del tiempo en el que no se encontraba al 100%.

 

Tras año y medio, pudo reincorporase al trabajo, ya sin secuelas ni medicación. Y a los dos años del nacimiento de su primera hija llego una nueva sorpresa, ¡estaba de nuevo embarazada! Desde luego, como ella nos cuenta, ¡los médicos que le hicieron las pruebas a su marido se lucieron!

 

Su segundo embarazo no tuvo nada que ver con el primero. Se sentía feliz, pletórica, y controlada en todo momento. En la semana 37 fue ingresada por que la tensión volvía a subir, pero en esta ocasión, tanto el bebé como ella estaban perfectos.

 

Estando en el hospital se puso de parto, empezó con contracciones a la hora de comer y a las cinco de la tarde tenía a su niño en brazos, ¡esta vez no se lo llevaron! Por fin vivió esa felicidad que había imaginado. Sus dos hijos, su familia... volvió a casa y estaba su marido. Pudo reconciliarse con la maternidad y sanar heridas. Incluso unos días después del parto, ¡su tensión bajó sola! Irene fue una auténtica campeona y desde aquí queremos darle las gracias por habernos contado su experiencia.

 

Como veis, la maternidad, el embarazo y el parto no son siempre un camino de rosas. Como todo en la vida tiene momentos buenos y malos, y debemos estar preparados para todo.

 

¿Cuántas habéis tenido una experiencia similar?

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